La economía española sufre
una crisis de balanza de pagos de manual
La campaña del Gobierno español para ensalzar el crecimiento de nuestras exportaciones entrará en la historia de la propaganda política. En mayo, por segundo mes consecutivo, las exportaciones cayeron en tasa anual, comparadas con el mismo mes del año anterior. En EE UU los datos económicos se publican corregidos del efecto estacional para que los datos mensuales sean comparables. En España, eliminando el efecto estacional, las exportaciones cayeron durante todo el segundo semestre de 2013. Desde principio de año están estancadas, pero ahora la tasa interanual empieza a reflejar la caída.
En economía entre las causas de los problemas y sus efectos hay un tiempo precioso para que la política actúe. Si los Gobiernos no lo usan correctamente, entonces la economía domina la política. Las causas de la debilidad de nuestras exportaciones son: el estancamiento del comercio mundial, el frenazo del crecimiento de emergentes y la intensa apreciación del euro, especialmente contra emergentes.
Pero en España el Gobierno se apropió de la mejora de nuestras exportaciones entre 2009 y 2011 vinculándolas a la reforma del mercado de trabajo de 2012 y la devaluación salarial. Pero la realidad siempre supera a la propaganda.
El pasado febrero asistí a una conferencia académica del ministro de Economía en la que dijo que las exportaciones iban bien. Le dije que según sus datos de aduanas las exportaciones caían. Le pregunté, como miembro del Eurogrupo máximo responsable de la política cambiaria en la eurozona, si consideraba que el euro estaba sobrevalorado y si el Eurogrupo tenía un plan para depreciarlo, como acaba de hacer Japón con el yen y al que han seguido varios países asiáticos. A lo que hay que sumar una política fiscal expansiva en China para compensar la debilidad del comercio mundial. Evadió la respuesta, me habló de las manchas solares y lo bien que iba el turismo en Canarias. Lo increíble es que Guindos sea candidato para presidir el Eurogrupo, que Juncker, anterior presidente del Eurogrupo, presida la Comisión Europea, y que el actual Dijsselbloem sea candidato a comisario de Economía. Tras los enjuagues de consumo público a final del año 2013, los datos adelantados del segundo trimestre sí muestran recuperación, aunque con deflación. Las empresas han activado su ciclo de inversión, especialmente renovación de flotas de transporte, y en consumo las ventas de coches siguen creciendo y las pernoctaciones en hoteles de españoles repuntan tímidamente, aunque el consumo minorista sigue estancado desde el año 2013.
La recuperación de la demanda interna es positiva, pero con las exportaciones estancadas provoca déficit por cuenta corriente. Y la rebaja de IRPF reducirá aún más el ahorro y aumentará el déficit exterior. Esto confirma que el Gobierno tenía y tiene un diagnóstico erróneo de los problemas de la economía española. España sufre una crisis de balanza de pagos de manual. Nuestra deuda externa es ya del 100% del PIB y ha aumentado 10 puntos en los dos últimos años.
En países emergentes las crisis cambiarias y financieras estallaban con deudas externas inferiores al 50% del PIB. En España no ha estallado del todo por la intervención del Banco Central Europeo, al que nuestros bancos le deben el 20% del PIB y en 2012 alcanzó casi el 40% del PIB. Nuestra vulnerabilidad financiera es máxima y la política económica amplifica los desequilibrios. Pero continúa la propaganda, ayer el Ministerio de Economía tituló su nota de prensa: “Otro récord histórico de nuestras exportaciones”. Portugal, inmerso en un nuevo capítulo de su crisis bancaria y los líderes europeos, en el camarote de los hermanos Marx incapaces de formar Gobierno en Bruselas. Mantengamos los dedos cruzados.
Artículo escrito por: José Carlos Díaz
Publicado en: El País