El vino rosado es aquel que tiene algo del color típico del vino tinto, pero solo lo suficiente como para darle un color rosa, que puede ir del claro al fuerte casi violeta, según las uvas y las técnicas de producción usadas.
Hay varias formas de producir vino rosado, te presentamos algunas de las más usadas:
Por contacto con los hollejos
El vino rosado se obtiene mediante lo que se conoce como ‘maceración parcial’, es decir, un breve contacto (de dos a tres días) entre el mosto y las materias sólidas de la uva (la piel y las pepitas), que son las que contienen el color.
Por sangrado o saignée
El rosado también puede obtenerse como subproducto de la fermentación del vino tinto, empleando una técnica conocida como sangrado (saignée). Esta técnica consiste en retirar parte del mosto de uvas tintas de la cuba pero no sus hollejos, con la finalidad de obtener por un lado un tinto muy concentrado (el que queda en la cuba con mayor concentración de hollejos) y por otro lado un rosado (saignée) que fermenta separadamente sin hollejos.
Vino gris o "Vin Gris"
Se obtiene cuando se usan las uvas tintas para hacer un vino rosado muy claro, casi blanco. Las uvas son directamente prensadas y se aplica un tiempo de maceración muy corto para minimizar la extracción de color de los hollejos y es embotellado sin añejamiento en barricas. Los tonos de estos vinos suelen ser asalmonados, de color muy poco intenso. Es más bien un vino rosado de capa muy baja. Para conseguir esa tonalidad, el grano de la uva tinta es despojado del hollejo para evitar la aportación de color y sabor de la piel.
Por mezcla
La producción de rosado por mezcla de vino tinto y blanco es infrecuente. Este método se desaconseja en la mayoría de las regiones viticultoras, a excepción de la Champaña, e incluso en ella varios productores de alta calidad no lo emplean, prefiriendo el sangrado.
Clarete
El clarete es un vino elaborado de forma semejante al vino tinto, realizando la fermentación con los hollejos, pero con una buena proporción de uvas blancas, de forma que se obtiene un vino con poco color. Es una bebida típica de Aragón, La Rioja, País Vasco y de algunas zonas de Soria, Burgos y Valladolid.
Durante unos años, en especial en La Rioja (España), se denominó claretes a los vinos tintos de crianza o reserva, que por el envejecimiento perdían parte de su color, llegando a etiquetarse con esta denominación. Hoy en día esto ya no ocurre. La Denominación de Origen Cigales, ha sido históricamente una de las regiones con una producción de claretes de mayor calidad, no obstante su producción se ha visto desplazada en los últimos años por la de vinos rosados y tintos.
Fuente: Vinetur